miércoles, 10 de abril de 2013

Las ONG tienen que comunicar mejor

Para cambiar las cosas hay que ser capaz de explicarlas


Esta crisis ha puesto de relieve que las organizaciones sociales necesitan una mejor comunicación. Su trabajo se asienta en algo tan complejo como las relaciones internacionales, la política y la economía. Y para ser influyentes en esta sociedad mediática, requieren una mayor solvencia argumental. Eso pasa por actualizar el relato social elaborado antes de la crisis, dotándose de un mensaje mejor armado, con más fuerza argumental, que despierte emoción y evoque frescura y creatividad. La sensibilización de años atrás como si no hubiera una crisis económica de estas magnitudes y repercusiones no tiene ningún sentido.


Faltan discursos de más contenido y capacidad de incidencia, algo que se venía denunciando desde hace años y que ahora se ha puesto más de relevancia en este tiempo de crisis.  El discurso de muchas ONGD adolece de consistencia. La comunicación de estas organizaciones ha sido muchas veces previsible, y por lo tanto aburrida.

Concurrir por la atención pública con una comunicación elaborada no es nada sencillo, y aún más complicado resulta hacerlo a contracorriente: 

  • Comunicar JUSTICIA SOCIAL, en un tiempo sin utopías colectivas, con importantes dosis de escepticismo.

  • Comunicar RESPONSABILIDAD PÚBLICA, en un tiempo de fuerte individualismo y desregulación.

  • Comunicar COMPROMISO SOCIAL, cuando los vínculos sociales tienden a ser más frágiles.
  • Comunicar CONCIENCIA CRÏTICA, cuando cierta sensibilización puede insensibilizar.

  • Comunicar LAS CAUSAS POLÍTICAS DE LA DESIGUALDAD, cuando el interés por la macropolítica es minoritario.

  • Comunicar LA POSIBILIDAD DE UN FUTURO MEJOR, cuando se vive tendencialmente en un presente continuo y la idea de la inevitabilidad de la pobreza está muy arraigada.

  • Comunicar SOLIDARIDAD, con un mensaje similar al de tantas otras organizaciones.

  • Comunicar LA EXISTENCIA DE LA POBREZA, cuando el entretenimiento va copando espacios y lo que se percibe “triste”, salvo en momentos excepcionales, a menudo queda relegado.
  • Comunicar SOCIALMENTE SIN ABURRIR cuando hay tanta tendencia al aburrimiento.
Saber expresarse, informar y argumentar. La prueba de que no resulta sencillo es que se echa en falta.



Saber más:

"Las ONG han perdido el papel de intermediarias necesarias en el acceso a la realidad que pisan. Toda la información está al alcance de unos ciudadanos que se forman su propio punto de vista. El modo en el que las organizaciones tradicionales (no digo ya los paleolíticos sindicatos, sino las propias ONG) han sido ignoradas durante las movilizaciones del 15M debería ser objeto de un retiro espiritual del sector".

Gonzalo Fanjul, 2-2-12, en su blog de El País

"[Las ONG] nunca hemos tenido capacidad de hacer reflexionar a la sociedad sobre el desarrollo de nuestro país, lo trasladamos a otros países pero no asumimos que en nuestra casa también tiene que ser coherente y armónico".

Josep Ribera, ex director del CIDOB, en la revista la magalla, traducido del catalán, marzo de 2010

"Si antes los portavoces de las ONGD repetían que su fin último era desaparecer después de haber contribuido a la erradicación de la pobreza en el Sur, inmersos como estamos hoy en una crisis poliédrica de dimensiones globales, este planteamiento resulta, cuanto menos, ingenuo. Antes de desaparecer las ONGD deberían ahora aspirar a ejercer de puente entre problemáticas, actores y propuestas de solución del Norte y del Sur, a comunicarlos y comunicarlo, para favorecer la articulación social y las transformaciones necesarias que permitan un nuevo modelo de desarrollo y convivencia globales".

Montse Santolino, en el libro "Comunicando para la Solidaridad y la Cooperación, Cómo salir de la encrucijada" (descargable parcialmente).

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